Los lectores principiantes necesitan practicar mucho la lectura — ¡lo cual toma tiempo, práctica, más tiempo y aún más práctica! Trabaje con el profesor de su hija para enterarse de cuál es exactamente el nivel al que ella lee. Luego, vaya a la biblioteca y súrtase de libros escritos a ese nivel Y de algunos del nivel inferior. Cada día déle tiempo para que ella lea, relea y vuelva a releer los libros del nivel de lectura inferior. Con estos libros lo que usted busca es aumentar su confianza y soltura.
Luego, apoye su lectura leyendo JUNTO CON ella los libros correspondientes a su nivel educativo. Incítela a que tantee enunciar las palabras que pueda pronunciar (y solo dígale las que no pueda o le son demasiado difíciles). Elogie su esfuerzo y relea cada libro varias veces en el transcurso de una o dos semanas. Por último, consiga alguna fabulosa literatura infantil escrita a un nivel de lectura SUPERIOR al de ella. Léale esos libros para recordarle POR QUÉ la lectura es algo tan genial. Muéstrele bastantes ejemplos de la buena expresión y permítale que escuche cómo suena la buena lectura con soltura.
Haga todo lo que esté a su alcance para propiciar un ambiente divertido para la lectura. Si un libro resulta ser demasiado difícil, retírelo. Refuerce su esfuerzo y siga trabajando de cerca con la escuela y sus profesores. Si ella sigue exhibiendo dificultades, hable con ellos sobre la posibilidad de que le hagan exámenes adicionales o que la pongan bajo la supervisión de un tutor particular.